¡Finalmente lo logramos!. Gracias a JMV Limpias (CANTABRIA) hemos podido llevar a cabo nuestro sueño.
Hemos alcanzado los 1.500 € que necesitábamos para poder poner en marcha una intervención dirigida a mejorar la nutrición; y a crear y educar en hábitos de alimentación, para los niños angoleños.
Gracias a todos por colaborar en una de las muchas acciones de cooperación para el desarrollo, que estamos llevando a cabo en Angola, con el dinero recaudado podremos desarrollar este proyecto que persigue un doble objetivo: por una lado mejorar la nutrición; y por el otro crear y educar en hábitos de alimentación, para los niños y niñas que acuden a las Escolinhas “Omõla Wasandjuka” y que viven en la zona más empobrecida de Lobito.
Desde el Área de Educación de nuestra Comunidad Misionera en Angola, colaboramos con las Escolinhas “Omõla Wasandjuka”, qué son un programa de intervención familiar basado principalmente en la pre-escolarización de niños/as de entre 3 y 5 años. El objetivo principal es que los menores adquieran competencias y habilidades mínimas tanto en la escritura y cálculo como en hábitos de salud, higiene, sociales y culturales. Se pretende potenciar el desarrollo psicomotor, cognitivo y emocional propio de esta edad y, por tanto, prepararles para la entrada en la etapa escolar. El sistema educativo angoleño prevé la escolarización básica a partir de los seis años, pudiendo participar del año preparatorio con cinco años. Antes de esta edad no hay alternativas de escolarización públicas y las privadas son inaccesibles para la mayoría de la población. La familia se involucra activamente en la dinámica del proyecto, participando de formaciones, encuentros, campañas socio-educativas y actividades del funcionamiento cotidiano de la escolinha.
La situación de pobreza económica de las familias beneficiarias del proyecto tiene una repercusión negativa en la alimentación de los niños y niñas y por tanto en su desarrollo físico, cognitivo y emocional. La mortalidad infantil es muy elevada en Angola. Angola registró la tasa de mortalidad más alta del mundo en 2015 y la segunda peor tasa de esperanza de vida al nacer, de acuerdo con el informe de 2016 de la OMS. En 2015, 156´9 menores de cinco años, murieron por cada 1.000 nacidos vivos, mientras que por cada 100 mil nacidos vivos murieron 477 madres.
La deficiente alimentación tiene una incidencia importante en la salud, por tanto la prevención de la mortalidad infantil, muy elevada en nuestra área, pasa necesariamente por un complemento alimenticio que garantice minimamente las proteínas y vitaminas que los niños y niñas necesitan para un crecimiento sano y un correcto desarrollo. Creemos que la alimentación es la base de la salud y el crecimiento infantil. Las familias contribuyen com un valor simbólico para la merienda escolar que es ofrecida diariamente. Sin embargo no es suficiente y el proyecto debe hacer una inversión en alimentos y menaje para la merienda infantil. La educación en hábitos de alimentación y nutrición es otro de los componentes fundamentales de esta acción. Comer alimentos con suficiente poder nutricional y que sean preparados y consumidos en condiciones higiénicas es al clave de este proceso de cambio de hábitos.
Con el dinero recaudado vamos a poder comprar:
– Alimentación (leche, verduras, frutas, etc.) para complementar el aporte económico que las famílias realizan mensualmente.
– Platos, vasos, cubiertos, cacerolas, carbon y hornillo para elaboración de la merienda diaria.
(Para un centro, durante un año, 60 niños y niñas)
¡GRACIAS A TODOS POR AYUDARNOS A AYUDAR!